La prevención del ictus es tu responsabilidad

La mayoría de los factores de riesgo guardan especial relación con el estilo de vida y la implicación en el autocuidado de la salud de los propios pacientes

Todos podemos tener un ictus, pero la probabilidad aumenta en las personas que tienen ciertos factores de riesgo, algunos de ellos controlables, como la hipertensión, el colesterol, el tabaquismo, el sedentarismo o la obesidad, entre otros.

"El paciente puede actuar para modificarlos, disminuir e, incluso, evitar el accidente cerebrovascular", asegura Carmen Aleix, presidenta de la Federación Española de Ictus (FEI), con motivo del Día Mundial de esta patología, que se celebra mañana, 29 de octubre.

Este año, bajo el lema "La prevención del ictus es tu responsabilidad", la FEI quiere concienciar a los ciudadanos de la importancia de controlar los factores de riesgo. Pero además, hace hincapié en que el ictus "es cosa de todos, porque en la prevención y en la atención sociosanitaria todos contamos y todos somos corresponsables: pacientes, administración y profesionales".

Teniendo en cuenta que una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida, Carmen Aleix opina que "la administración debe garantizar el derecho de los pacientes a la información y a la innovación terapéutica y tecnológica que permite controlar o detectar mejor el riesgo de ictus, en especial cuando nos referimos a la fibrilación auricular, causante de 1 cada 5 ictus en España". La detección y el control de esta arritmia por parte de los profesionales sanitarios se convierten en una de las claves para reducir el número de casos y en consecuencia, la merma de calidad de vida y el sobrecoste en el paciente que sufre el ictus y su familia.

¿Qué es el ictus?

En general hace referencia a cualquier trastorno de la circulación cerebral, generalmente de comienzo brusco, que puede ser consecuencia de la interrupción de flujo sanguíneo a una parte del cerebro (isquemia cerebral) o la rotura de una arteria o vena cerebral (hemorragia cerebral). Aproximadamente el 85 % de los ictus son isquémicos y el 15% hemorrágicos. Bastan unos minutos de falta de oxígeno en el cerebro para que las lesiones sean irreversibles.

El ictus es una enfermedad que cada año afecta a 120.000 personas. Según datos del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la Sociedad Española de Neurología, el 30% de las personas que lo sufre fallece, es decir 36.000 cada año, y en el 40% provoca una discapacidad grave. Aunque también se produce en población joven, suele afectar más a personas mayores, al aumentarse el riesgo con la edad.

¿Se puede prevenir?

Tal y como asegura Carmen Aleix, presidenta de la FEI, "los pacientes pueden ayudar a prevenir el ictus, controlando alguno de los factores de riesgo". Desde la FEI dan a los pacientes ocho herramientas sencillas:

  • Mantener controlados la presión arterial (<140/90) y los niveles de colesterol (<240).
  • Acudir el médico cuanto antes si se notan latidos irregulares, podría ser una fibrilación auricular.
  • Abandonar el tabaco.
  • Controlar la diabetes de forma estricta.
  • Practicar ejercicio físico de forma regular.
  • Consumir alimentos bajos en sal y grasas.
  • Evitar el consumo de drogas.
  • Si se consume alcohol, hacerlo de forma moderada.

¿Cuáles son los síntomas?

A pesar de todo ello, puede darse un trastorno de la circulación cerebral, que puede ser consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo a una parte del cerebro o la rotura de una arteria o vena cerebral.

Los principales síntomas son la pérdida brusca de movilidad o sensibilidad de media parte del cuerpo (cara, brazo, pierna,...); la pérdida repentina de la capacidad para hablar; el dolor súbito de cabeza y sin causa; la sensación de vértigo, inestabilidad, desequilibrio y confusión repentina; y la pérdida de la visión, total o parcial.

Desde la FEI recomiendan que si un paciente o familiar detecta alguno de estos síntomas llame al teléfono de emergencias (061 o 112, dependiendo de la Comunidad Autónoma) para acudir al hospital cuanto antes, ya que en el ictus, las primeras horas son clave en la evolución del paciente.

Código Ictus

La mejora de la atención a pacientes con ictus en España es uno de los objetivos estratégicos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad desde que en 2008 se aprobara la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud (SNS). Según la evaluación de la Estrategia en Ictus del Sistema Nacional de Salud, en general todas las comunidades autónomas han desarrollado de forma parcial la estructura necesaria para disponer de una red asistencial accesible en menos de 60 minutos o del código Ictus. La presidente de la FEI recalca además la necesidad de tratar a los pacientes que sobreviven a un ictus.

Asociaciones y familia

La labor de las asociaciones de pacientes es importante porque acompañan al paciente a convivir con el ictus en su día a día ofreciendo información, educación sanitaria y rehabilitación (fisioterapia, logopedia, psicología, terapia ocupacional, etc.).

Pero además de las asociaciones, la familia se erige como un pilar básico para el enfermo. "La familia también tiene un papel relevante al acompañar y dar fuerzas al familiar para superar la situación. Teniendo en cuenta que estamos ante personas que ven cómo su vida cambia de la noche a la mañana, es necesario que el cuidador principal se cuide y se forme para evitar la sobrecarga emocional", concluye Carmen Aleix, presidenta de la FEI.